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About  the painting

EL  JUICIO  DE  PARIS

Era del año la estación florida.

Góngora

​

Era del hombre la pasión, la vida.

Era el caballo que se eleva a hombre,

relámpago las crines, y los ojos,

rayos de lluvia enamorada.

Era...

La edad que no conoce la edad, una corriente

como una espalda rosa de mujer sonreída,

ensanchando los bosques de ladridos y ciervos.

Era, tirante, un músculo en la fija ignorancia

de la hora y el filo que pudieran cortarlo.

Un alcohol siempre alto, una espuma ebria siempre,

rota en nácares blancas y venillas azules.

Era también, preciso y girando en su aguja,

un compás siempre en punto al dibujo de un seno,

tembloroso en las yemas ansiosas de asumirlo

y escapar en la noche un levante de estrellas.

Era además...

¡Oh nubes!

Que los ríos no olviden esta lección de agua

que puede dislocarse trasmutando los cielos,

que recuerde la mar y apunte en su memoria

las posibilidades de amanecer sin playas,

que la tormenta piense en el riesgo que corre

de abrirse al firmamento de las alegorías,

y la Belleza bella, en un despertar súbito,

verterse en los cabellos de Diana cazadora.

¡Oh dioses,                   

dioses,           

dioses!

Delirio de la mano por sorprender que Venus

mide igual, de hombro a hombro, que Adonis poseído,

que la cadera pálida de una ninfa en huida

tiembla el mismo color que los ojos del sátiro.

¡Dionisos! ¡Cómo estallan los enjambres de mosto

bajo tu vagabunda risa voluminosa,

cómo ufanas tu vientre circunscrito al escándalo

de las contorneadas y repletas bacantes!

Jardines. Amplias Gracias de la luz que no oculta

más pasión que extenderse desnuda por los cuerpos,

de la línea que sabe en su concreto impulso

ceder anchos espacios al color que los llene.

¡Oh pintor de mayúsculas desmedidas no escritas,

de las exclamaciones que no encontraron signo,

de la boca y los ojos que al intentar decirte

tu hermosura no pueden expresarse y se espantan!

Tú, el Amor, tú los cielos en orgía, tú el árbol

que ha cubierto el mordido pezón flotante en fuga,

la solidificada música más redonda,

tú el tumulto del sueño en volutas de carne,

tú en fin, ese caballo que se desborda en hombre,

hinchándole las venas el verde soplo extraño

de erigirse en los tuétanos de la mar como tromba

que lo mueve, lo empuja, lo exalta y lo eterniza.

Unos apuntes de leugua

Los recursos literarios encontrados en este poema son:

​

- Apóstrofe: Es una llamada directa, una invocación a alguien.

"¡Oh nubes!

¡Oh dioses, dioses, dioses!"

​

- Símil: Comparación entre un término real y un término imaginario.

"Rayos de lluvia enamorada.

Epanadiplosis: Mismo tipo de repetición que la anadiplosis pero en el mismo verso.

La edad que no conoce la edad."

​

- Anáfora: Consiste en la disposición de la misma palabra o grupo de palabras en comienzos de frase, de periodo sintáctico o de verso.

"Que puede dislocarse trasmutando los cielos,

que recuerde la mar y apunte en su memoria."

"Tú el tumulto del sueño en volutas de carne,

tú en fin, ese caballo que se desborda en hombre.

 

- Epíteto: Es un adjetivo que indica una cualidad de un sustantivo que posee por sí mismo.

"Venillas azules."

"Nácares blancas."

​

- Hipérbaton: Alteración del orden lógico de la oración.

"Era del hombre la pasión, la vida. ->“La vida del hombre era la pasión.”

 

- Metáfora: Consiste en designar a una cosa con el nombre de otra tras establecer una comparación no expresa entre ellas.

"…, relámpago las crínes, y los ojos,

rayos de lluvia enamorada."

​

- Encabalgamiento: Es cuando una idea se escribe o se divide en dos versos.

"… la fija ignorancia de la hora y el filo…"

​

- Exclamación retórica: Consiste en expresar algo de forma enfática.

"¡Oh pintor de mayúsculas desmedidas no escritas,

de las exclamaciones que no encontraron signo,

de la boca y los ojos que al intentar decirte

tu hermosura no puede expresarse y se espantan!"

 

Esta obra contiene versos de arte mayor, en los cuales encontramos una distribución especial como en:

¡Oh dioses,                     

dioses,           

dioses!

Pedro Pablo Rubens es uno de los pintores flamencos más grandes del siglo XVII. Nació en el 1577 en Alemania y murió en 1640 en Bélgica. El éxito de Rubens durante su vida se debe a su capacidad de expresar la nostalgia de la antigüedad y hacer retratos magnificando su imagen.

 

Estudió latín, español y francés. La pobreza de su familia lo obligó a abandonar los estudios y se unió como paje al servicio de la condesa Margarita de Ligne-Arenberg, viuda de Felipe II de Lalaing. Alrededor de 1592 comenzó sus estudios de arte con un pintor tradicional. No sabemos exactamente cuándo estudió con otros dos pintores: Adam van Noort, que también fue profesor de Jordaens, y Otto van Veen. Su padre, Jan Rubens, era abogado y funcionario municipal en Amberes. Cuando se convirtió en calvinista tuvo que dejar Flandes para ser exiliado en Alemania, donde nació Paul Rubens. Cuando su padre murió en el 1587, su madre volvió con sus hijos a Amberes y volvieron a ser católicos.

 

Rubens recorrió los principales centros artísticos italianos y copió obras maestras. La personalidad artística de Rubens se creó definitivamente debido a su magnífico sentido dramático y su pasión por los dibujos. Transforma el género mitológico en religioso. Sus obras más importantes son El Descendimiento de Cristo, que es de tipo religioso, el Retrato ecuestre del Duque de Lerma, y el juicio de París, que es de tipo mitológico. Rubens murió de un ataque cardíaco a causa de gota en 1640 y fue enterrado en la Iglesia de Santiago de Amberes, Bélgica.

Ahondemos  en la pintura

Este cuadro pertenece a Pedro Pablo Rubens, su datación es 1739. Pertenece al barroco, además se encuentra en el Museo del Prado de Madrid. La técnica que utiliza es óleo sobre tabla.

 

Rubens fue uno de los pintores más importantes del Barroco Europeo, pintaba desde pintura religiosa a mitológica. En concreto esta hecho en su última etapa que fue a partir de su retirada de la actividad diplomática.

 

En este cuadro aparecen por un lado tres mujeres (nuestro lado derecho) que son en la primera por la izquierda Atenea identificada por el casco que hay a su lado en el suelo, Afrodita la del medio, identificada por los dos pequeños cupidos y la del otro extremo es Hera identificada por el pavo real que hay a su lado y la corona de flores que posee.

 

En la parte izquierda (nuestra perspectiva) aparece dos hombres, el de las sandalias aladas y vara con dos serpientes entrelazadas en mano es Hermes, además es el que posee aquí la manzana de oro. El que se encuentra a su lado sentado es Paris que no tiene ningún atributo pero por los animales de su alrededor parece ser que estaba cuidando al ganado.

 

Destaca en el cuadro la naturaleza que marca al grupo, la voluminosidad y las pieles blancas de las diosas desnudas, además de los colores intensos del vestuario.

 

En este cuadro Hermes aparece ante Paris con la manzana de oro para que elija a la diosa mas bella y se la entregue, la manzana aparece en la boda de Peleo mandada por la diosa de la discordia, Paris debe elegir a la mas bella y elige a Afrodita que le entrega a la humana mas bella, Helena.

Simbolismo en la obra

About  the author

Una pequeña biografía sobre Rubens...

A bit of English!

La temática mitológica como la que aquí se representa, fue muy cultivada por el artista flamenco; en esta ocasión el tema escogido fue El juicio de Paris, hecho que explica el origen de la Guerra de Troya. Este mito tiene su origen en la celebración de la boda de Tetis y Peleo, la diosa de la discordia –que estaba furiosa por no haber sido invitada- decidió arrojar una manzana para la invitada más bella comenzando así una gran disputa entre las invitadas. Zeus decidió que tal decisión debía tomarla un humano y fue encomendada al joven Paris.

Rubens representa el momento en el que Mercurio – mensajero de los dioses- le entrega la manzana al joven Paris mientras las tres diosas- Minerva, Venus y Juno- intentan seducirlo para ser coronadas como la más bella con la entrega de la manzana. Cada diosa aparece identificada con sus atributos, así Minerva diosa de la guerra y de la sabiduría es acompañada por una lechuza y una armadura, la diosa ofreció al joven Paris la victoria en cualquier guerra si accedía a nombrarla como la más bella; Venus diosa del amor y acompañada de Cupido le ofrece el amor de la mujer más bella; por último Juno representada por el pavo real y diosa del hogar le ofrece innumerables riquezas. Finalmente Venus será la ganadora y en premio a su elección Paris obtiene el amor de Helena comenzando así la Guerra de Troya.

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HERMES: Hermes es un dios griego, vocero y mensajero de los dioses. Generalmente se lo representa con sandalias aladas, un sombrero con alas y un caduceo en la mano (un estandarte decorado con un par de serpientes entrelazadas). Cuando Pablo y Bernabé sanaron al paralí­tico en Listra, la gente creyó que los apóstoles eran dos dioses visitantes, y aclamaron a Bernabé como a Zeus o Júpiter; y a Pablo, el vocero, como Hermes o Mercurio.

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ATENEA: es la diosa de la guerra, civilización, sabiduría, estrategia, de las ciencias, de la justicia y de la habilidad. Una de las principales divinidades del panteón griego y una de los doce dioses olímpicos. La versión más tradicional de su mito la representa como hija partenogenética de Zeus, nacida de su frente completamente armada después de que se tragase a su madre. Jamás se casó o tuvo amantes, manteniendo una virginidad perpetua. Era imbatible en la guerra, ni el mismo Ares pudo derrotarla. Fue patrona de varias ciudades pero se volvió más conocida como protectora de Atenas y de toda la región del Ática. También protegió a muchos héroes y otras figuras míticas, apareciendo en una gran cantidad de episodios de la mitología.

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HERA: es la legítima esposa y una de las tres hermanas del dios Zeus en el panteón olímpico de la mitología griega clásica. Además, ocupaba el cargo de Reina de los dioses. Su equivalente en la mitología romana era Juno. Se le sacrificaban la vaca y más tarde el pavo real. Su madre se llamaba Rea y su padre Cronos.

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AFRODITA/VENUS: Era la diosa del amor. Según unos, nació de la espuma del mar; otros la suponen hija de Júpiter y de Dioné, hija de Neptuno. Esta diosa de los placeres y de la belleza fue madre de los Amores, de los Juegos, de las Gracias y de las Risas. Casó con Vulcano y tuvo devaneos con otros dioses, como Marte, y mortales, como Adonis, al que amó apasionadamente. De Anquises tuvo a Eneas. Fue madre, asimismo, de Eros, Cupido o el Amor, y de gran número de mortales. En su cinturón estaban encerradas las gracias todas, los atractivos, las sonrisas comprometedoras, los coloquios dulces y persuasivos, los suspiros traicioneros, el silencio expresivo, la elocuencia de las miradas y, en una palabra, todos los recursos, atractivos y seductores encantos del amor. Era vengativa e implacable en sus venganzas. Venus presidía los matrimonios, los nacimientos y todos los devaneos amorosos. Entre las flores la fue consagrada la rosa, y la manzana y la granada entre los frutos. Entre los árboles el mirto, y el cisne, el gorrión y, sobre todo, la paloma, entre los animales.

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EROS: En la mitología griega, Eros (en griego antiguo Ἔρως) era el dios primordial responsable de la atracción sexual, el amor y el sexo, venerado también como un dios de la fertilidad. En algunos mitos era hijo de Afrodita y Ares, pero según El banquete de Platón fue concebido por Poros (la abundancia) y Penia (la pobreza) en el cumpleaños de Afrodita. Esto explicaba los diferentes aspectos del amor.

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PARIS: Fue un príncipe troyano, hijo del rey Príamo y de su esposa Hécuba. Paris fue conocido como “El de la hermosa figura”.

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